Existen tres pilares que hacen a la filosofía con la que nos conducimos expresada en el tipo de tecnologías que utilizamos, los objetivos que perseguimos, las prácticas que fomentamos y las metodologías que privilegiamos.
A esos pilares nos gusta llamarlos banderas, porque de esa forma representan mejor la vision de tener que sostenerlas en vez de ser solo un punto de apoyo, hay que levantar las banderas para que sean vistas, sostenerlas y caminar al mismo tiempo para conducir un colectivo, pero sobre todo, lograr que cada individuo se identifique para formar parte de ese colectivo.
Las 3 banderas digitales son:
• Soberanía Tecnológica
• Conocimiento Libre
• Inclusión Digital
Soberanía Tecnológica
La soberanía tecnológica (o tecnología autogestionada) es una corriente social (tanto ideológica, como pragmática) para postular la necesidad de empoderamiento colectivo en el ámbito de las nuevas tecnologías, resultando claves:
• Una ciudadanía consciente y responsable en su uso y consumo.
• La creación y uso de alternativas autogestionadas en, por ejemplo: las telecomunicaciones, la informática de usuario, el software, hardware, Internet, plataformas móviles y redes sociales.
“La soberanía tecnológica trata de tecnologías desarrolladas desde y para la sociedad civil, y las iniciativas que la conforman intentan crear alternativas a las tecnologías comerciales y/o militares. Sus acciones prueban ceñirse a imperativos de responsabilidad social, transparencia e interactividad, por lo que se refuerzan los grados de confianza que se puede depositar en ellas. Se basan en software, hardware o licencias libres porque los usan o desarrollan (a menudo coincidiendo ambas dinámicas), pero sus características van más allá de esta contribución.
El desarrollo mismo de sus iniciativas fomenta la transformación social a través del empoderamiento de sus participantes. Ya sea gracias a metodologías de desarrollo participativo que unen el «hazlo tú misma» con el «hacedlo juntas», o modelos que apuestan por el cooperativismo, el trueque, el intercambio entre iguales y otras expresiones de economía social.” (Alex Haché)
Características esenciales
• Informática libre y abierta: las iniciativas de Soberanía Tecnológica suelen basarse fundamentalmente en el Software Libre, aunque en circunstancias muy concretas pueden utilizar Software Privativo pero siempre de forma muy medida y autogestionada. No es condición suficiente el uso de software libre, mas es una condición sinequa nom
• Auto-organización horizontal: los proyectos y equipos en iniciativas de Soberanía Tecnológica se caracterizan por metodologías de trabajo y democracia interna tendentes a la horizontalidad, donde las jerarquías se atenúan o desaparecen por completo.
• Resiliencia: los servicios tecnológicos basados progresivamente en más infraestructura autónoma, no sólo se benefician de la autonomía política (libertad de expresión, transparencia, accesibilidad, etc.) sino de la creciente capacidad de un servicio autónomo de soportar y recuperarse ante desastres y perturbaciones de estos sistemas. Entendiendo, en el caso de la Soberanía Tecnológica, como posibles fuentes de «perturbación» tales como: decisiones geopolíticas, arbitrariedad de corporaciones privadas, sectores monopolizados, etc.
Características deseables
• Economía social: una parte importante de los proyectos e iniciativas de Soberanía Tecnológica va unida a otras formulas de economía no tan centradas en el beneficio monetario directo, a diferencia de iniciativas provenientes de grandes corporaciones privadas con objetivos monopolistas o excesivamente opulentos. Por contra, muchas iniciativas de Soberanía Tecnológica van unidas a financiaciones colectivas con crowdfunding, acuerdos de apoyo mutuo, contraprestaciones con trueque o monedas sociales, etc.
• Economía local: gran parte de las iniciativas unidas a este movimiento se afanan en reducir las dependencias exteriores en sus procesos de aprovisionamiento y se dedican a cubrir las necesidades de un área geográfica próxima.
Conocimiento Libre
El conocimiento ha estado presente desde los principios de la humanidad; y, conforme avanza el conocimiento, hemos evolucionado como especie. El ser humano aprende, enseña y hace uso del conocimiento en la medida de la libertad que tenga para hacerlo.
Hasta hace pocas décadas el conocimiento era patrimonio de la humanidad, y existía libertad de uso y acceso al mismo. Con la aparición de límites artificiales como las patentes y los derechos de autor entre otros (en conjunto denominados como propiedad intelectual), el conocimiento perdió esta característica. En la actualidad, el avance de la tecnología para lograr una sociedad digitalizada y conectada brinda al conocimiento humano nuevas posibilidades de crecimiento.
El conocimiento, es un atributo estrictamente humano que, sin embargo, requiere determinadas condiciones sociales y amplios espacios de libertad para su generación, aprendizaje, interiorización, sistematización, transmisión y aplicación.
El conocimiento es libre por naturaleza y puede generarse en soledad, pero solo es fecundo dentro de un contexto social porque tiene la capacidad intrínseca de adquirir su máximo valor en tanto se transmite y es compartido de forma libre y abierta. Por eso, cuanta más libertad y sociabilidad, hay más conocimiento, y por eso, también, es una aberración pretender cosificarlo y hacer de él una mercancía privativa orientada al lucro y la exclusión, en vez de considerarlo un patrimonio colectivo de la humanidad.
Libertades del conocimiento libre
• El conocimiento libre puede ser libremente adquirido y libremente usado, con cualquier propósito y sin necesitar permiso de nadie (libertad 0).
• El conocimiento libre puede adaptarse libremente a las necesidades del adquisidor (libertad 1). El acceso a una fuente modificable del conocimiento es una precondición para ello.
• El conocimiento libre puede compartirse libremente con los demás (libertad 2).
• El conocimiento libre es tal que puede mejorarse y sus versiones adaptadas y mejoradas pueden compartirse libremente con los demás, para que así se beneficie la comunidad entera (libertad 3). El acceso a una fuente modificable del conocimiento es una precondición para ello.
Inclusión Digital
La inclusión digital es la democratización del acceso a las tecnologías de la información y la comunicación para permitir la inserción de todos en la sociedad de la información y el conocimiento. La inclusión digital es también la rutina diaria para maximizar el tiempo y sus posibilidades. Un incluido digital no es aquél que solamente usa el nuevo lenguaje para intercambiar emails, esto es el mundo digital. Sino el que usufructúa este soporte para mejorar sus condiciones de vida y puede tener una postura crítica frente a los criterios que definen las tecnologías como una panacea social.
Para que suceda la inclusión digital, se precisa de tres instrumentos básicos, que son, la computadora, acceso a la red, y el dominio de esas herramientas. Por lo tanto no basta que las personas tengan una simple computadora conectada a Internet para considerar esto un incluido digitalmente, se precisa saber qué hacer con estas tecnologías.
Entre las estrategias inclusivas hay proyectos y acciones que facilitan el acceso de personas con bajos ingresos a las tecnologías de información y comunicación (TIC). La inclusión digital también está dirigida hacia el desarrollo de tecnologías que extienden la accesibilidad para usuarios con discapacidades.
De esta forma, toda la sociedad puede tener acceso a la información disponible en Internet, y así producir y diseminar el conocimiento. La inclusión digital está insertada en el más grande movimiento de la inclusión social, uno de los grandes objetivos compartidos por diversos gobiernos alrededor del mundo de las últimas décadas.